Laurel, cuando podarlo?

 
Plantas y Semillas Organicas Cordoba

Lo mejor es esperar siempre al otoño e invierno. En esas dos estaciones la planta detiene completamente su crecimiento, y eso permite que cualquier poda se pueda llevar a cabo sin que sufra. 

Ten en cuenta , que no debes podarla más de un tercio de su tamaño porque es una de las plantas que sufre bastante con las podas. Si vives en una zona donde hace bastante frío en invierno, no es aconsejable podar el laurel en esa estación. 

Ni siquiera en otoño. Es mejor esperar hasta final del invierno para hacerlo porque así te aseguras de que no vaya a helarse (debido a las cicatrices que se le producen) o a contraer alguna enfermedad o plaga que acabe con su salud.

 Aparte de esa poda, algunos expertos recomiendan que, en primavera, se le dé un pequeño corte a la copa del árbol. De esta manera, podrá producir ramas nuevas y hará que vaya obteniendo la forma de un árbol. 

Tipos de poda del laurel:

 A continuación queremos hablarte de los distintos tipos de poda que podrías llevar a cabo en tu laurel. Poda de mantenimiento:

 Es la más habitual y la que harás prácticamente todos los años. Consiste en eliminar las ramas que estén enfermas o bien que estén secas, dañadas, etc. También aquí entrarían esas ramas que se entorpecen o que impiden que el aire pueda penetrar bien por todo el laurel.

 Poda de formación: Es de las primeras que se le realiza a este árbol porque se encarga de darle forma (de ahí su nombre) y de que crezca de manera sana. Para darle forma, lo único que hay que hacer es determinar cómo quieres que sea tu árbol y seguirlo a rajatabla, cortando aquellas ramas que se salen de ese diseño. En el caso de reducir el tamaño del laurel, tendrás que marcar una líneas o espacio determinado de tu laurel y cortar aquello que se salga de esa zona.

 Planificar la poda: Ya tienes las herramientas, has decidido el tipo de poda. Ahora lo que queda es ponerse manos a la obra y aquí es donde no debes “dar palos de ciego”. Es decir, tienes que haber planificado de antemano los cortes que vas a dar. De esta forma, te aseguras de no podar demasiado y, al mismo tiempo, de saber qué ramas quitar y cuáles conservar. Empieza por los brotes de las raíces. Estos se llevan mucha energía y, a no ser que quieras que conserve su forma original y habitual, lo mejor es quitarlos. Después, continúa con las ramas enfermas, debilitadas, secas… Estas no te darán mucho problema y se cortarán fácilmente aunque, si son gruesas, conviene que tengas a mano una pomada cicatrizante para evitar que entren bacterias y dañen la salud. Tras estas ramas, lo siguiente ya sí sería propiamente la poda de formación, en caso de que quieras que tenga una forma u otra. Por ejemplo, si lo quieres como árbol de copa alta, tendrías que cortar una parte de la copa para que ramifique y, cuando lo haga, ir quitando las ramas de la parte de abajo para dejar el tronco desnudo. En cambio, si lo prefieres en bola baja, tendrás que controlar que no crezca mucho a lo largo y que tenga una forma de bola, recortando aquellas ramas que se salgan de ese círculo. Como ves, no solo importa cuándo se poda el laurel, sino también la forma en que se lleva a cabo y los motivos por los que se recortan ciertas ramas de esta planta. 

¿Tienes un laurel y quieres hacerlo? Seguro que nuestras recomendaciones te ayudarán a tener éxito.

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